domingo, 22 de septiembre de 2013

Mirrors

La chica dentro del espejo me devolvió la mirada, no sonreía, su cabello castaño caía hasta sus hombros, descuidado y sin luz, parecía cansada, rendida. La blusa de manga larga apenas llegaba a cubrir los delgados cortes de su muñeca. Aún con la piel pegada a los huesos, aún ahora que tenía el peso soñado, aún con todo eso era infeliz. ¿No había sido ese el trato? ¿No eso la haría feliz?
Evidentemente no.

Porque la chica fuera del espejo sabía que la felicidad llegó cuando dejo de verse reflejada.


***
¡Por fin una de mis ideas se convirtió en palabras!

Una mandarina que habla

4 comentarios:

  1. Me has dejado sin palabras, Mandy, completamente cierto, completamente precioso.
    Besos, Amanda.

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  2. Como que me a pasado algo así, no me refiero a los cortes pero si con a eso de tener el cuerpo "tipo modelo" pero ya estoy bien me amo así como soy ;) con mis caderas y todo.
    muy buena entrada, en verdad cada entrada tuya me gusta, en fin que tengas un lindo día... disfruta
    besus
    cuidate

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  3. Creo que los cortes pueden dar una una pequeña satisfacción durante pocos segundos. Pero lo mejor es amarse a sí misma para poder ser felices.
    Te sigo desde ya.
    Besos.

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