sábado, 30 de noviembre de 2013

Comparto el engaño, mis días y el dolor

Un beso.
Recorrió mis labios con la punta de su lengua, aprisionó entre sus dientes el inferior y luego soltó una carcajada echando la cabeza hacia atrás. Y yo también me reí. Luego volvió a besarme en serio. Tomé su cintura con las manos y la acerqué más a mí, después de algunos minutos nos separamos, sólo un poco, lo suficiente para que nuestras pestañas se rozaran levemente. 
-No me veas así-dijo. 
-¿así cómo?-pregunté.
-Así, como un idiota, como si me quisieras.
Y nunca volví a verla de esa manera...Hasta hoy.
Diez años después.
Hoy se cumplen diez años de habernos conocido y tres desde el día que nos besamos por primera vez.
Todavía la recuerdo así: con el cabello cayendo por debajo de sus hombros, la tez pálida contrastando con sus mejillas coloreadas de rojo. La sala se encontraba a oscuras, yo estaba inclinado sobre el pastel cuando entró por la puerta detrás de su padre, con un suéter azul encima de un vestido de flores. Suspiré ante su presencia; las velas se apagaron convirtiéndola en el deseo de mi cumpleaños número ocho. 
Ahora tocaba la puerta, con una minifalda que apenas le cubría los muslos y una blusa transparente. 
-¡Gané!-gritó pasándome un brazo por el cuello, su aliento olía a cerveza y cigarro. 
-¿Lo hiciste? -mi ceño se frunció durante un segundo, pero rápidamente le sonreí.
-¿No se trata todo de eso?-susurró sentándose en sillón y estirando su mano hacia mí, le pasé un vaso de brandy.- Después de todo...
-¿qué?
-no era mi tipo, demasiado tierno, simpático, un idiota. Eso me deja a mí por encima ¿no? aunque te estás quedando atrás. -se levantó tropezando y enredó sus dedos entre mi cabello- más corazones rotos, ¿recuerdas?
¡oh! ¡Muy tarde! El mío ya estaba roto.
Volví a besarla y a mirarla, como si la quisiera, porque la quiero. 


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¡Hola! mil años después, sé que prometí un IMM, pero hoy ando muy romantic style in the world. ¡Lo juro! Es que ayer por la noche leí Romeo y Julieta, y hoy vi la película. ¡imagínense! Nadie puede controlar todo el romanticisismo shakesperiano que desbordo. El relato de arriba está narrado desde el punto de vista de un chico, creo que por eso quedó aún más cutre, pero me pareció más interesante que fuera él quien se enamorara de ella mientras vive la vida loca. ¿Todos los chicos malos tienen una bonita historia detrás? ¡Algún día les contaré la mía con el príncipe de Dinamarca! En fin, el lunes es mi último examen. No quiero presumir pero me fue fantástico este parcial o quizá es sólo que siempre los sábados me siento increíble. 

Estoy pensando en hacer un concurso de relatos para mis 50 seguidores, ¿van a participar verdad? ¿verdad que sí? ¿qué opinan? 

¡Para el amor no hay límites de piedra!
Una mandarina que habla

viernes, 22 de noviembre de 2013

Tragedias

¡Hola! sé que me ausenté por.. ¡semanas! estoy en periodo de exámenes y apenas tengo tiempo para respirar. Tuve que entregar mil proyectos y me quedan aún mil más. Se supone que la siguiente semana tengo los más difíciles: Historia,Geografía y Sociología. ¡Qué nervios!
Estos últimos meses he leído a William Shakespeare, comencé con Hamlet, Macbeth, Romeo y Julieta (en la traducción MÁS HORRIBLE QUE PUEDA EXISTIR) y me enamoré totalmente de Otelo, es una historia contextualizada con la guerra de Chipre, aunque no aparece mucho; trata sobre como los celos pueden destruir a una persona y bueno Yago, Yago para mí es la personificación del mal. 

Había hecho esto antes con Cumbres Borrascosas (¡qué me fascina!) así que les compartiré algunas de mis citas favoritas:

Yago: ...Si alguna vez mis acciones dieran indicio de los ocultos pensamientos de mi alma, colgaría de la manga mi corazón para pasto de grajos. No soy lo que parezco.

Otelo: ... Ella me amó por mis trabajos, victorias y desdichas. Yo la amé por su compasión, y no hubo más sortilegios.

Yago: y dicen que el amor hace valientes hasta los cobardes

Desdémona: Le amo con tal extremo que hasta sus celos y sus furores me encantan

Otelo: Decid que he sido un desdichado: que amé sin discreción y con furor

Y mi favorita:

Otelo: Esposa mía, quise besarte antes de matarte. Ahora te beso, y muero al besarte. (Muere.)


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El siguiente viernes, o si tengo tiempo entre semana subiré un IMM de mis últimos libros

Una mandarina que habla

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Días

Sentí mis mejillas enrojecer en el momento en que mis palmas chocaron contra el suelo y las risas llenaron el aire. Me levanté e intenté sacudir la tierra de mi pantalón, de limpiar mis manos y contener el llanto, no sólo por el dolor sino por la verguenza. Todos me habían visto caer.

Más tarde el autobus se detuvo en la parada con un chirrido, suspiré y avance por la calle, mordiendo mis uñas. 

Comenzó a llover.Y llovía a cantaros, mis pies resbalaban en el asfalto y entre mi confusión se llenaban de excremento. 
-¡no, no, no! -chillé. 

Acerqué mis zapatos al pasto y comencé a limpiarlos, llenándolos no sólo de barro, de nuevo. 

Luego me rendí, y volví a suspirar y me alejé.



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¡Hola! ¡Cuánto tiempo! Sé que no he bloggeado tanto como debería pero he estado en serio ocupada, quiero hacer tantas cosas que a veces  los días buenos no duran lo suficiente, y los días malos ¡duran demasiado! Todo se ha vuelto demasiado confuso, en especial con mis relaciones amorosas, estoy intentando no preocuparme demasiado pero... ¡es complicadísimo! en especial cuando tienes una historia con alguien que no quieres dejar ir, el principal problema es que creo que todos son buenas personas y que nunca van a hacerme daño... En fin, quería hacer una entrada sobre el día de muertos, pero al final no tuve tiempo de tomar fotos. ¡estuvo increíble! el mejor fin de semana de todos, conocí a gente maravillosa y reí como nunca. Me parece que cuando estoy fuera de la ciudad todos mis problemas se disipan, que lástima que esa situación no dura más que unos pocos días. En fin, intentaré estar más pendiente. Actualizaré, Martes, Viernes y Domingo, dependiendo de los comentarios. Un beso gigantesco. Mi internet está lentejísima y mi mamá se niega a hacerme de cenar.

Una mandarina que habla