Recorrió mis labios con la punta de su lengua, aprisionó entre sus dientes el inferior y luego soltó una carcajada echando la cabeza hacia atrás. Y yo también me reí. Luego volvió a besarme en serio. Tomé su cintura con las manos y la acerqué más a mí, después de algunos minutos nos separamos, sólo un poco, lo suficiente para que nuestras pestañas se rozaran levemente.
-No me veas así-dijo.
-¿así cómo?-pregunté.
-Así, como un idiota, como si me quisieras.
Y nunca volví a verla de esa manera...Hasta hoy.
Diez años después.
Hoy se cumplen diez años de habernos conocido y tres desde el día que nos besamos por primera vez.
Todavía la recuerdo así: con el cabello cayendo por debajo de sus hombros, la tez pálida contrastando con sus mejillas coloreadas de rojo. La sala se encontraba a oscuras, yo estaba inclinado sobre el pastel cuando entró por la puerta detrás de su padre, con un suéter azul encima de un vestido de flores. Suspiré ante su presencia; las velas se apagaron convirtiéndola en el deseo de mi cumpleaños número ocho.
Ahora tocaba la puerta, con una minifalda que apenas le cubría los muslos y una blusa transparente.
-¡Gané!-gritó pasándome un brazo por el cuello, su aliento olía a cerveza y cigarro.
-¿No se trata todo de eso?-susurró sentándose en sillón y estirando su mano hacia mí, le pasé un vaso de brandy.- Después de todo...
-¿qué?
-no era mi tipo, demasiado tierno, simpático, un idiota. Eso me deja a mí por encima ¿no? aunque te estás quedando atrás. -se levantó tropezando y enredó sus dedos entre mi cabello- más corazones rotos, ¿recuerdas?
¡oh! ¡Muy tarde! El mío ya estaba roto.
Volví a besarla y a mirarla, como si la quisiera, porque la quiero.
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¡Hola! mil años después, sé que prometí un IMM, pero hoy ando muy romantic style in the world. ¡Lo juro! Es que ayer por la noche leí Romeo y Julieta, y hoy vi la película. ¡imagínense! Nadie puede controlar todo el romanticisismo shakesperiano que desbordo. El relato de arriba está narrado desde el punto de vista de un chico, creo que por eso quedó aún más cutre, pero me pareció más interesante que fuera él quien se enamorara de ella mientras vive la vida loca. ¿Todos los chicos malos tienen una bonita historia detrás? ¡Algún día les contaré la mía con el príncipe de Dinamarca! En fin, el lunes es mi último examen. No quiero presumir pero me fue fantástico este parcial o quizá es sólo que siempre los sábados me siento increíble.
Estoy pensando en hacer un concurso de relatos para mis 50 seguidores, ¿van a participar verdad? ¿verdad que sí? ¿qué opinan?
¡Para el amor no hay límites de piedra!
Una mandarina que habla